Victoria llega al teatro Fígaro para tratar de repetir el éxito de Laponia
Carlos Arévalo
Tras el éxito de la comedia Laponia, se ha estrenado en Madrid una segunda parte -aunque no es imprescindible que el espectador haya visto la anterior- titulada Victoria. Nuevamente escrita y dirigida por Marc Angelet y Cristina Clemente, el montaje cuenta con los mismos personajes representados por su elenco original formado por Amparo Larrañaga, Iñaki Miramón, Mar Abascal y Juli Fábregas.
Con la final de una Eurocopa de fútbol entre España y Finlandia como pretexto, Victoria nos presenta a dos matrimonios que se disponen a ver el partido desde casa, uno formado por Ramón y Mónica invitan al otro, que compone la hermana de ésta, Nuria y Olavi, un finlandés entre cuyas costumbres y gustos no se encuentra precisamente la afición al balompié.
El conflicto se plantea cuando los anfitriones se enteran de que su hijo Martín que lleva jugando al fútbol desde niño y puede llegar a ser profesional, decide dejar el deporte y marcharse a vivir fuera. Ellos consideran que debería continuar para convertirse en una figura y ganar una inmensa fortuna y no parecen comprender su derecho a decidir, la búsqueda personal de la felicidad y la posibilidad de que sus sueños sean diferentes a los de ellos. Con la tensión del partido de fondo, se ponen en valor complejas cuestiones sociales como la educación de los hijos, su relación con los padres o la habitual división de pareceres entre unos y otros.
Si bien es cierto que el asunto futbolístico puede considerarse prácticamente agotado como argumento teatral, la comedia alcanza su punto álgido con un desternillante monólogo del personaje de Mónica, interpretado por Amparo Larrañaga además de una hábil combinación entre el título de la obra y el nombre homónimo de la madre de ellas, Victoria, estableciendo así un juego de palabras muy original y acertado que divetirá enormemente al espectador.
Valoración personal sobre 5: 🎭🎭🎭