La comedia Un Dios salvaje triunfa en el teatro Alcázar de Madrid
Carlos Arévalo
Valores tan necesarios como el civismo, la tolerancia o la educación se plantean desde un punto de vista cómico en este texto de la acreditada autora francesa Yasmina Reza que incluso fue llevado al cine por Roman Polanski con el mismo título. Tras su exitoso estreno en España hace 17 años sobre este mismo escenario, Un Dios salvaje regresa con una nueva versión de Jordi Galcerán que, bajo la dirección de Tamzin Townsend, vuelve a conquistar al público madrileño gracias además a un excelente reparto formado por Luis Merlo, Natalia Millán, Juanan Lumbreras y Clara Sanchís.
Un Dios salvaje nos presenta un encuentro entre dos matrimonios. El hijo pequeño de uno de ellos ha agredido fuertemente al del otro. La reunión se produce precisamente para tratar de solucionar el desagradable conflicto. Lo que comienza con las mejores intenciones por ambas partes, pronto se verá complicado por un cambio de actitud entre ellos que no solamente terminará en un enfrentamiento directo sino que saldrán a relucir debilidades de sus propias vidas y comportamientos que distan mucho del deseo pacificador inicial.
Las tensiones dramáticas llevadas al límite desembocan en una amena comedia de estructura sencilla pero sólida que, si bien en su arranque no logra la hilaridad del espectador, paulatinamente adquiere un atractivo ritmo que alcanzará su cénit con situaciones disparatadas donde la risa se convierte en protagonista.
Calificación personal sobre 5: 🎭🎭🎭