Luis Zahera llena el teatro de La Latina con su monólogo Chungo
Carlos Arévalo
El actor Luis Zahera (Santiago de Compostela, 1966) recorre los escenarios españoles desde 2008 con un monólogo muy personal que lleva por título Chungo, debido a los papeles de corrupto, de macarra o de matón a los que el público está acostumbrado que interprete en la pantalla. Actualmente actúa los fines de semana en el madrileño teatro de La Latina donde los espectadores acuden en masa para divertirse y aplaudir sus amenas ocurrencias.
Al ritmo de los potentes acordes de Carmina Burana hace su aparición en escena el artista compostelano de profundo acento gallego, vestido de manera informal y con una ancha banda de tela en el pelo a modo de diadema. Desde hace catorce años, narra sin tapujos buena parte de sus recuerdos íntimos en este monólogo que empezó haciendo en bares y salas pequeñas para, desde hace varias temporadas, llenar teatros de todo el país.
Aunque en tono de broma se mete con el público que aplaude cada gag cortando el ritmo de la actuación, se nota constantemente que la gente lo adora y admira gracias a la inmensa popularidad que le han proporcionado el cine y la televisión donde se ha convertido en una de las figuras más consolidadas de nuestro panorama artístico, realizando trabajos memorables. Ganador además de dos premios Goya al mejor actor de reparto por El reino y As Bestas, respectivamente, buena parte de su fama se debe también a su participación en exitosas series como Mareas vivas, Sin tetas no hay paraíso, Vivir sin permiso o actualmente Entrevías.
Zahera parece mostrarse tal cual es, sincerándose a lo largo de este espectáculo, en el que recorre constantemente el escenario e incluso se postra ante el público como si fuera a desgranar todos sus secretos inconfesables. Rebuscando entre sus ya lejanos recuerdos de niñez y adolescencia, realiza un ejercicio que probablemente causa en él un efecto depurativo y purgador. Con referencias constantes a su Galicia natal, rinde un extenso homenaje a su familia, un verdadero matriarcado pues creció junto a sus cuatro hermanas mayores que él y a su madre, ya que su progenitor, según cuenta, apenas tuvo trascendencia en su desarrollo. Con su retranca y su humor socarrón y desgarrado, parodia también su etapa escolar en la Salle a cargo de religiosos a quienes dedica una de sus frases estrella: «eran unos hijos de la gran putísima».
El intérprete descubre en este show, datos y curiosidades de su vida personal como las series de televisión que le marcaron en su pubertad o el nombre de Jose por el que atiende en su casa, ya que en realidad se llama José Luis Castro Zahera así como simpáticas anécdotas de su extensa trayectoria profesional como cuando en el aeropuerto de Barcelona le pidieron un autógrafo confundiéndolo con el Chikilicuatre que acababa de ir a Eurovisión.
El gallego logra, además, algo verdaderamente difícil para un actor que permanece solo sobre un escenario durante dos horas ininterrumpidas, mantener el ritmo cómico en sus cotas más altas a lo largo de todo el espectáculo. Si atendemos a los cánones de esta sociedad hipócrita y de dudosa moral, seguramente Chungo será un monólogo considerado políticamente incorrecto, calificación que a los que como él dice «ya vamos para sesenta», producirá una más que incontrolable risa floja.
Luis Zahera representa las últimas funciones de su monólogo Chungo en el Teatro La Latina de Madrid (Plaza de la Cebada, 2). Más información y venta de entradas en:
https://www.teatrolalatina.es/obra-de-teatro/luis-zahera-chungo/
Calificación personal sobre 5: 🎭🎭🎭🎭