La importancia de la copla en el amor por España

En tierra extraña, un encuentro fascinante entre Concha Piquer, García Lorca y Rafael de León



Carlos Arévalo

Fotografías: Javier Naval

En tierra extraña es un emotivo homenaje a una parte fundamental de la historia de la copla española, un espectáculo dramático-musical que reaviva nuestros recuerdos más remotos pero no por ello menos evocadores. A partir de una idea original de Jose María Cámara, Juan Carlos Rubio propone sobre el escenario del teatro Español, un encuentro imaginario entre la entonces reina de la copla Concha Piquer interpretada de manera sublime por Diana Navarro y el poeta más solicitado del momento, Federico García Lorca al que da vida un brillante Alejandro Vera. Como nexo de unión, un amigo de ambos, el también poeta y letrista Rafael de León encarnado por Avelino Piedad que dota al personaje de un simpático desparpajo y una melancolía enternecedora.

Desde el primer instante, el espectador se sumerge en la atmósfera musical y teatral de los años treinta cuando la copla comenzaba a alcanzar sus cotas más elevadas. No faltan elementos nostálgicos como el gramófono, el viejo piano o los universales baúles de la Piquer que ornamentan mágicamente este conmovedor viaje a un tiempo fascinante de nuestro pasado lleno de humor, drama y verdad. Como telón de fondo, la añeja y amarga España republicana de preguerra que tras el asesinato del teniente José Castillo estallaría en mil pedazos segando la vida de miles de compatriotas. Aquella contienda nos arrancó injustamente corazones libres y puros como el del reivindicado Federico que hizo caso omiso de los múltiples consejos que recibía desde su entorno más cercano para abandonar España antes de que fuera demasiado tarde.

En tierra extraña se desarrolla entre acertadas referencias al retablo de personajes influyentes en las distintas disciplinas artísticas de la época como Salvador Dalí, La Argentinita, Miguel de Molina, el maestro Penella, Margarita Xirgu…En esta onírica presentación, que se plantea de tal forma como si realmente hubiera acontecido, la temperamental doña Concha cuya discografía se nutre de bellísimas composiciones de Rafael de León entre otros, le pide a Lorca que le escriba una canción para su repertorio. El resultado es El amor oscuro, un desconocido prodigio lorquiano que Navarro convierte en ambrosía para los oídos más sensibles.

La humanidad que el autor impregna a los tres protagonistas logra que el espectador empatice con ellos de principio a fin descubriendo sus luces y sombras, sus vanidades y sus servidumbres. El poder ilimitado del arte une a Lorca y a De León, dos chicos de «familia bien» con Piquer, una mujer enormemente trabajadora pero de origen muy humilde que consigue convertirse en una de las más deslumbrantes estrellas de la música nacional.

La portentosa voz de la malagueña Navarro reafirma su extraordinaria calidad como solista además de demostrar en su debut sobre las tablas que estamos ante una elegantísima intérprete capaz de recrear de manera impecable el divismo y el alma de Concha Piquer. Por su parte Alejandro Vera nos brinda un Lorca inolvidable, tal y como muchos nos imaginamos al genial poeta de Granada. Y Avelino Piedad dibuja magistralmente el perfil de Rafael de León, excelso miembro de la Generación del 27, inmortalizado gracias a las composiciones que firmó junto a sus compañeros Quintero y Quiroga.

La cuarta protagonista de la función es, indiscutiblemente, la copla. Aquella que Manuel Vázquez Montalbán definió como «la caja negra de la emoción de España». Bajo la dirección musical de Julio Awad surge la poesía desgarradora, enamorada y trágica que emana de piezas como Ojos verdes, Tatuaje, En tierra extraña -momento culmen del espectáculo en el que se produce un vibrante derroche de emotividad con Lorca al piano y la Piquer cantando con él-, Y sin embargo te quiero, No te mires en el río, A la lima y al limón, etcétera. No es difícil que el melómano que asista a esta representación, hipnotizado por ese duende invisible pero auténtico, experimente una sensación parecida a aquello que decía Manuel Machado: «A todos nos han cantado, en una noche de juerga, coplas que nos han matado».

No falta la evocación de la estancia de Concha Piquer en Nueva York donde aprendió un extraordinario repertorio en inglés compuesto por éxitos de aquel Broadway así como pinceladas hacia otros estilos musicales que inspiraron enormemente a los tres artistas como la música cubana o la canción popular española. En tierra extraña trata además de difuminar la inmerecida imagen, tan extendida en múltiples ocasiones, de la «España cañí» para reivindicar y actualizar un impresionante legado cultural que tenemos la obligación de preservar y del que deberíamos presumir más. Todos.


En tierra extraña se representará en el Teatro Español de Madrid hasta el próximo 2 de enero. Funciones de martes a domingo a las 19 horas. Más información en: www.teatroespanol.es

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