Madrid
ha acogido con auténtico fervor las representaciones teatrales de El rey Lear
que han tenido lugar desde el 17 de febrero hasta el 1 de marzo en el Teatro
Fernán Gómez.
El innovador montaje de El rey Lear ha sido uno de los grandes éxitos de la temporada en el teatro Fernán Gómez. |
Carlos Arévalo
La
nueva versión de la célebre tragedia de William
Shakespeare luce en un innovador
montaje a cargo de la Compañía Atalaya
-Premio Nacional de Teatro 2018- bajo la impecable dirección de Ricardo Iniesta. Y es que el universo shakespeariano casi exige contar con la
fuerza de la palabra como único decorado. De este modo, es muy acertado emplear
únicamente catorce grandes mesas como elementos decorativos al igual que lo es
que sean los propios actores quienes las muevan constantemente para lograr el
ambiente deseado. También brilla el vanguardismo al ver cómo El rey Lear cobra vida en la
interpretación de una mujer, en este caso, Carmen
Gallardo como reina de la escena seguida por el personaje del bufón que
borda Lidia Mauduit -memorable es la
escena de la tempestad- y que, junto a otros siete magníficos actores,
desarrollan de forma sobresaliente esta desmedida pero vigente tragedia escrita
en el siglo XVII. Todo ello logra la excelencia gracias a la impecable
utilización de la música, los efectos de sonido y la luz.
Los
más bajos instintos de la incorregible naturaleza humana se dan la mano en este
drama de Shakespeare como creador sublime, como inventor de lo grotesco, lo
irracional y lo absurdo. La ceguera del poder enfrenta a la apariencia con la
realidad y sólo acarrea locura e injusticia. El grave error de Lear con sus hijas Goneril, Regan y Cordelia acontece en paralelo al de Gloucester con sus vástagos, Edmund y Edgar en un desenlace final propio de las más brutales historias reservadas
a plumas inigualables como la de Shakespeare.
La ovación final durante casi cinco minutos reafirmó la magistral puesta en
escena de este texto tan complejo, tan desgarrador y tan vivo.
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Teatro