Los actores Álex Villazán y Marcial Álvarez en una escena de El curioso incidente del perro a medianoche. |
El curioso incidente del perro a medianoche es una de las obras
teatrales más galardonadas a nivel internacional de los últimos tiempos y ha
llegado a la cartelera teatral madrileña para arrasar. Basada en la novela bestseller del inglés Mark Haddon, se trata de una adaptación
original de Simon Stephens, cuya
versión española corre a cargo de José
Luis Collado bajo la acertada dirección de José Luis Arellano, la escenografía de Gerardo Vera y un reparto absolutamente excepcional encabezado por
un actor que dará mucho que hablar llamado Álex
Villazán.
Con un montaje de módulos
aparentemente simple y apoyado por una animación audiovisual espectacular, el
público se mete en la historia desde el primer instante. Una gran pantalla
simula los lugares por donde pasan, corren y se detienen los personajes. Aquel
invento genial e imposible de materializar por su complejidad y elevado coste
económico como fue el «teatro giratorio» que patentó el irrepetible Jardiel Poncela, hoy se hace realidad
adaptado a los tiempos, gracias al apoyo
de esta técnica digital de la videoescena que encaja y se complementa al
dedillo con la dramaturgia, soberbia, de Stephens.
El protagonismo arrollador de
Villazán encarnando al quinceañero Christopher
Boone transmite la pura verdad de un niño con trastorno autista pero con una
capacidad intelectual superdotada que decide investigar la muerte del perro de
su vecina. Está acompañado sobre las tablas por un fabuloso elenco que se
reparte decenas de roles que lucen a la perfección. La sincronización en los
tiempos, en los movimientos o en el texto es milimétrica y la puesta en escena
es una auténtica danza del mejor ballet teatral. Junto a ese chico atormentado
y prodigioso a la vez, están Marcial
Álvarez, Lara Grube, Mabel del Pozo, Carmen Mayordomo, Anabel
Maurín, Boré Buika, Eugenio Villota, Alberto Frías y Eva Egido.
El único obstáculo que podría interponerse en la buena marcha comercial de esta
pieza es la excesiva duración de la obra pues son ¡dos horas y media más quince
minutos de intermedio!, algo que sumado al ritmo vertiginoso que mantiene, la
convierte en una función agotadora para actor y espectador respectivamente.
La obra, basada en una novela inglesa, afronta el trastorno del autismo a través de una historia sobrecogedora. |
Se traslada al patio de butacas
el drama del autismo con sumo detalle, descubriendo sus luces y sus sombras, la
extrema sensibilidad y la portentosa inteligencia de los que lo padecen pero la
tortura que les supone el primer contacto con el exterior y con la vida
cotidiana, y la crucial importancia de una asistencia psicológica constante y
adecuada en el entorno familiar. En El curioso incidente del perro a
medianoche, título apropiado para la mejor historia policíaca, hay misterio y
magia y también desesperación y ternura que emociona y conmueve al más frío de
los espectadores. Y ante todo, hay esperanza para demostrarse a uno mismo que a
pesar de las dificultades que se planteen, no hay barrera posible que pueda
frenar a la voluntad humana.
El curioso incidente del perro a medianoche se puede ver hasta el 14 de octubre de 2018 en el Teatro Marquina de Madrid (C/ Prim, 11).
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Teatro