Este verano el madrileño teatro Amaya apuesta por la zarzuela
Carlos Arévalo
La compañía lírica L’Operamore continúa conquistando al público madrileño sobre las tablas del teatro Amaya. Tras el clamoroso éxito de las recientes representaciones de títulos inmortales de nuestra zarzuela como Los gavilanes, La del manojo de rosas o La revoltosa, le ha llegado el turno a una de las piezas más emblemáticas del llamado género chico: Agua, azucarillos y aguardiente con música del maestro Federico Chueca y libreto de Miguel Ramos Carrión.
Esta zarzuela en un acto representa el ambiente veraniego del Madrid finisecular del XIX en la víspera de la verbena de San Lorenzo mediante escenas costumbristas situadas en el elegante paseo de Recoletos. Atanasia, una niña cursi que vive con su madre, está enamorada de Serafín, hijo de un exministro en quien tiene puestas sus esperanzas para salir de la precariedad en que está sumida su existencia. También está Pepa, que regenta un aguaducho en Recoletos, como se denominaban los primeros puestos de refrescos, Lorenzo, un avispado picador, Manuela, una aguadora ambulante y Vicente, su novio. Los líos amorosos, los apuros económicos, los celos y la sempiterna picaresca española se entremezclan en esta popular historia con elementos tan castizos como los botijos, los veladores o los mantones de Manila y oficios tristemente desaparecidos en la actualidad como las aguadoras, los barquilleros o las amas de cría.
Acompañados por una extraordinaria orquesta de siete músicos que interpretaban con verdadero deleite la partitura de Chueca, los doce actores que forman el elenco de la compañía hicieron una acertada recreación de este clásico ambientado con una sencilla pero eficaz escenografía, e incorporando, además, un par de números de la zarzuela El Bateo cuya música también fue compuesta por el propio Federico Chueca.
Así, el reparto fue el siguiente: Belén López, Marco Moncloa, Raquel Albarrán, Ángel Castilla, Carmen Aparicio, Amelia Font, Francisco J. Sánchez, Ángel Walter, Mónica Redondo, Jesús Ortega, Sergio A. Crespo y Giselle Fundora.
A este ciclo de zarzuelas programado en mayo y junio que finalizará con La verbena de la Paloma, la pieza más venerada del teatro español, le seguirá otro en los meses de agosto y septiembre con nuevas representaciones también en el teatro Amaya. Una excelente oportunidad para disfrutar este verano de una exquisita selección de nuestras más conocidas zarzuelas puesto que en este primer ciclo ya se han agotado todas las localidades. Información y venta de entradas en: