Este año se ha cumplido medio
siglo del único encuentro en París de los tres míticos embajadores de la chanson française.
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De izquierda a derecha: Jacques Brel, Léo Ferré y Georges Brassens durante su único encuentro en París en 1969. |
Texto: Carlos Arévalo/ Fotos: Jean Pierre Leloir
Tres hombres, tres gigantes de la
música francesa, juntos por primera y única vez en sus vidas. La iniciativa
nació de François-René Cristiani, un
joven redactor de la revista musical Rock
& Folk, que le propuso a su director organizar un encuentro histórico:
Reunir a los tres grandes iconos de la chanson
française: Jacques Brel, Georges Brassens y Léo Ferré. Poco interesados en el boato de las apariciones
públicas, tras más de seis meses de negociaciones, el intrépido periodista
consiguió una fecha libre en las agendas imposibles de los tres, logrando su
reto. Fue el 6 de enero de 1969, día de Reyes. La entrevista se celebró en un
apartamento de la Rue de Saint Placide en el distrito VI de París.
El primero en llegar a la cita
fue Brassens vistiendo un polo oscuro de manga larga y luciendo su imponente
bigote aún medio canoso, después apareció Brel ataviado con jersey claro de
cuello vuelto y una larga melena rubia y, por último, Ferré, de riguroso negro
y mostrando una incipiente calvicie y una mellada dentadura. Era la primera vez
que coincidían los tres cantautores, símbolos intelectuales de la bohemia y
trovadores del alma humana. Sentados en torno a una mesa con tres micrófonos,
los poetas conversaron de forma distendida como si se conocieran desde siempre
y hablaron de las obras propias y ajenas, de la inspiración artística y de la
vida.
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Portada de Rock & Folk. |
Fue una larga conversación a tres
voces que se publicó como una impactante exclusiva en el número de febrero de
la revista y también se grabó para la emisora francesa RTL. El objetivo del
fotógrafo Jean-Pierre Leloir captó
el acontecimiento con todo detalle, y sus instantáneas dieron la vuelta al
mundo inmortalizando sus gestos, sus indumentarias y aquel ambiente algo canalla
cargado del humo de los cigarrillos de Brel y Ferré y de la pipa de Brassens,
botellas de cerveza, vasos medio vacíos, ceniceros con colillas y un puñado de
discos.
Fue una de esas reuniones
irrepetibles hasta el punto que no volvió a producirse jamás. Con mucha menos
profundidad existencial había ocurrido otro hito artístico cuatro años atrás,
en el verano de 1965, cuando The Beatles
compartieron con Elvis Presley un
encuentro en secreto en la mansión del «Rey del Rock», al parecer muy
descafeinado al principio y que finalmente terminó en una impagable sesión
musical.
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Los tres ases de la chanson française debatieron animadamente en torno a la canción de autor, la poesía, las influencias... |
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Léo Ferré. |
Cincuenta años más tarde, ninguno
de los miembros de esta Santísima Trinidad de cantautores sobrevive para recordarlo.
El mayor era Léo Ferré natural del Principado de Mónaco y curiosamente el que
llegó a ser más longevo del trío (1916-1993). Prolífico autor de canciones
inmortales como Avec le temps, Cést extra, Jolie môme, Ton style o Est-ce ainsi que les hommes vivent? fue el
representante indiscutible de una extensa nómina de compositores que ensalzaron
el prestigio social y universal de la canción de autor en Francia. Entre las
declaraciones que hizo aquel 6 de enero de 1969, dejó titulares como: «Si me
cruzo con una puta y me reconoce no me intenta vender nada porque yo tengo el
mismo oficio, vendo mi voz».
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Georges Brassens. |
El segundo en edad era Georges
Brassens y que además se murió en segundo lugar (1921-1981). Nacido en la
localidad francesa de Sète y padre de temas como Les copains d´abord, Les passeantes, Chanson pour l' auvergnant, Les amoreux des bancs publics o La mauvaise réputation, tan versionada y popular en España, aquel
día se definió ante sus compañeros como «un poco poeta que mezclaba palabras y
música y después las cantaba».
El más joven y sin embargo el
primero en desaparecer, debido a sus excesos con el tabaco, fue Jacques Brel (1929-1978), que había nacido en
Bélgica y cuyo Ne me quitte pas había
logrado ya traspasar la barrera del tiempo junto a otros éxitos imperecederos como La chanson des vieux amants, Le plat pays, Amsterdam, Quand on n'a que l'amour, etcétera. Brel opinaba que un artista no era
más que «un buen hombre inadaptado que decía públicamente lo que cualquier tipo
normal le dice a su mujer por la noche».
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Jacques Brel, de origen belga, fue el compositor de himnos inmortales como Ne me quitte pas. |
Aquel día de Reyes de 1969, se
conocieron los tres Magos de la música francesa: Jacques, Georges y Léo. Juntos
debatieron sobre asuntos que les afectaban y por separado nos legaron una larga
producción artística, repleta de hermosas melodías y letras desgarradoras que
nos siguen conmoviendo. Tres mitos irrepetibles, tan irrepetibles como aquel
encuentro mágico.