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deja Luc Barreto, voz romántica de una época y ex campeón de lucha libre
Luc Barreto fue un cantante cubano que endulzó la música en España con sus románticas interpretaciones. |
Carlos Arévalo
Otra vez ha vuelto a suceder. Otro nombre del mundo artístico que desaparece en un
absoluto silencio mediático. Y es que a España no le interesa recordar. Aquí no
se le presta atención a casi nada y a casi nadie de nuestro pasado cultural. Y
creo que se comete un error, grave e histórico. Prácticamente nadie sabrá quien
era Luc Barreto porque hace años que,
como a tantos otros, lo enterraron en vida. No se trata siquiera de una
cuestión política, simplemente es el olvido por el olvido. Así que desde esta parcela del recuerdo trataremos de hacer frente a tamaña injusticia. Otra vez
más.
Con Luc Barreto desaparece el último cantante romántico de la llamada época «camp», un tiempo dorado en que se recuperaron los viejos boleros y las canciones melódicas en castellano. El desaparecido artista se llamaba en realidad Lucas Valiente Pestaña (La Habana, 1934- Barcelona, 2020) y residía en España desde hacía más de medio siglo.
Barreto en pleno combate de «catch». |
Como buen cubano llevaba el ritmo
en la sangre pero antes de probar suerte en la música fue una figura popular de
la Lucha Libre Americana que comenzó a practicar con sólo trece años. A los
dieciocho debutó como profesional en el Palacio de los Deportes de su tierra
natal. Después vendría un largo periplo latinoamericano por una docena de
países hasta llegar a México donde residió durante ocho años. Allí lo
bautizaron con el sobrenombre de «El Relámpago Cubano» hasta que una gira por
Europa le permitió recalar en España donde se presentaría con su apodo definitivo: Luc Barreto.
Aquí existía una gran afición por
la lucha libre que se mantuvo viva hasta los años setenta del pasado siglo. Los
más veteranos aún recuerdan las entretenidas veladas en el Campo del Gas de
Madrid o en el Salón Iris de Barcelona con leyendas como Alfonso Chicharro que peleaba bajo el pseudónimo de Hércules Cortés. Como luchador de
«catch», Barreto disputó unos quinientos combates a lo largo de su carrera
deportiva hasta que, compitiendo en Hamburgo contra el campeón alemán Axel Dieter, sufrió una grave lesión
que lo apartó para siempre de los cuadriláteros. Entonces se le presentó la
oportunidad de dar un giro profesional e iniciar una nueva etapa como cantante.
La vocación y las cualidades musicales las había tenido desde niño, de modo que
no dejó pasar aquel tren. Así se convertiría, no en una estrella de la música
pero sí en un artista eficaz para el público del circuito «revival» que
demandaba canciones sentimentales de antaño. En 1970 fichó por el sello
barcelonés Belter que lanzó su éxito más comercial, la canción «María José» que también cantaron Los Mismos y cuyo autor fue José Luis Barcelona, uno de los presentadores pioneros de Televisión Española en colaboración con Carlos Darío. El tema sonó, digamos que un peldaño por debajo de las melodías más célebres de la
época.
Barreto fue un gran admirador de los grandes boleristas. |
La promoción artística lo llevó a
presentarse en aquel año a varios certámenes como el Festival de Málaga «Costa
del Sol» en el que concursó con la canción «Triste poema» compuesta por la voz
del grupo Los Gritos, Manolo Galván
y uno de los fundadores de Pekenikes, Alfonso
Sáinz. Aquel verano también actuó en la edición del Festival de
Benidorm con «Peras, manzanas, cerezas y besos» de Simó y Solá.
Uno de sus discos con Sepúlveda. |
Bajo estas líneas se puede ver al desaparecido Luc Barreto interpretando el tema «María José», su éxito más reseñable.
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