Nuestra zarzuela más popular mantiene intactas las emociones

El teatro de La Zarzuela acoge una impecable versión de La verbena de la Paloma, 130 años después de su estreno


Carlos Arévalo

Se estrenó en el extinto teatro de Apolo madrileño en febrero de 1894 con un éxito arrollador y desde entonces su popularidad no ha decaído ni un ápice. La verbena de la Paloma, con libreto de Ricardo de la Vega y música del maestro Tomás Bretón, es la zarzuela castiza por antonomasia además de un pintoresco retrato del Madrid finisecular. Coincidiendo con el 130 aniversario de su estreno, el teatro de La Zarzuela la ha programado hasta el 25 de mayo, colgando desde hace días el cartel de «No hay localidades»lo que ratifica que se trata de una apuesta segura cada vez que se repone.

Para situar al espectador y crear más expectación si cabe, la función se inicia con un prólogo cómico-lírico titulado Adiós, Apolo, escrito por el dramaturgo actual Álvaro Tato como homenaje al desaparecido templo de la zarzuela de la calle de Alcalá, considerado la catedral del género chico (leer aquí el reportaje sobre su historia). Este acertado preámbulo incluye algunas de las piezas más aplaudidas en la Historia de la zarzuela como los valses del Caballero de Gracia o de Neptuno pertenecientes a La Gran Vía, la Polka del fotógrafo de El bateo o el Chotis de la garsón del Sobre verde entre otras. 

 

A continuación, da comienzo la representación de La verbena de la Paloma, el sainete en un acto más aclamado de la producción lírica nacional. Con una impecable dirección tanto en lo musical a cargo de José Miguel Pérez-Sierra como en lo escénico por parte de Nuria Castejón, se trata de un montaje soberbio, digno de los máximos elogios. Y es que, no solamente es fiel a la época en que se desarrolla sino que, además, cuenta con la escenografía sobresaliente de Nicolás Boni, que muestra unos decorados verdaderamente hermosos, representando al detalle aquel Madrid tan típico y encantador con su taberna, sus calles alumbradas por faroles de gas, sus románticos balcones, su café-cantante o su botica, establecimiento imprescindible de esta zarzuela.

 

El elenco compuesto por más de cincuenta artistas merece también una mención especial por su profesionalidad y eficacia: en los papeles principales figura el imponente barítono Borja Quiza representando a Julián, el celoso cajista de imprenta y el personaje de su protectora, la señá Rita, lo borda la tiple Milagros Martín. A su marido, el tabernero, lo interpreta el curtido actor Rafa Castejón y a la Casta y la Susana las encarnan magníficamente Ana San Martín y Carmen Romeu, respectivamente. En la piel de la deslenguada tía Antonia, se mete con verdadera gracia Gurutze Beitia, el pícaro boticario don Hilarión lo defiende con absoluta maestría Antonio Comas y de su amigo don Sebastián, se ocupa Gerardo López mientras que la cantaora, la interpreta Sara Salado

Además, incluye la colaboración especial de Jesús Castejón como la voz de la radio. Su hermana, la citada directora de escena y coreografía, Nuria Castejón, dedica este fabuloso montaje a la memoria de sus padres, don Rafael Castejón y doña Pepa Rosado, dos inolvidables y queridos intérpretes para los que la zarzuela no tuvo secretos y, en especial, las representaciones de La verbena de la Paloma


La orquesta y el coro de la Comunidad de Madrid, titular de este teatro, interpreta con absoluto virtuosismo los célebres números musicales de esta zarzuela entre los que siempre destacan las Coplas de don Hilarión con aquello de «una morena y una rubia, hijas del pueblo de Madrid», las seguidillas tituladas ¡Por ser la virgen de la Paloma! o la inmortal habanera ¿Dónde vas con mantón de Manila? 

Subtitulada originariamente como El boticario y las chulapas y los celos mal reprimidos, la acción, tan conocida por el público, transcurre durante la tórrida noche canicular del 15 de agosto, festividad religiosa de la Paloma. Aunque todavía resuenan en la memoria colectiva los ecos de las representaciones que hace cuatro décadas dirigió en este mismo teatro José Luis Alonso, con el inmenso Pepe Bódalo en el personaje de don Hilarión, la versión actual mantiene con indiscutible categoría aquella esencia, desprendiendo autenticidad, calidad y un gusto exquisito, y haciendo las delicias del público en cada función. 


La verbena de la Paloma se representa hasta el 25 de mayo de 2024 en el Teatro de La Zarzuela de Madrid (C/ Jovellanos, 4). Todas las localidades están agotadas.

Calificación personal sobre 5: 🎭🎭🎭🎭🎭

Artículo Anterior Artículo Siguiente