Un apasionante recorrido por históricos escenarios del cine

Un país de película nos muestra las localizaciones de famosos largometrajes rodados en España


Carlos Arévalo

Desde que Ava Gardner vino a Tossa de Mar para protagonizar la película Pandora y el holandés errante (Albert Leewin, 1951), España se convirtió en un gran plató natural albergando centenares de rodajes extranjeros. La fascinación por las localizaciones donde se inmortalizaron escenas legendarias del séptimo arte, ha llevado al escritor e investigador Jaume Palau a confeccionar el libro Un país de película. Un viaje por España y sus escenarios de cine (Kami Ediciones, 2022).

Hubo un tiempo en que las millonarias producciones de Hollywood se trasladaron a España por varias razones entre las que estaban la mano de obra -muchísimo más barata que en Estados Unidos-, la luz natural debida a nuestra privilegiada ubicación geográfica o nuestro gran contraste de paisajes, idóneos para rodar desde un western en el desierto hasta una película en la nieve. Títulos como Campanadas a medianoche (Orson Welles, 1965), El Cid (Anthony Mann, 1961), Doctor Zhivago (David Lean, 1965) o La muerte tenía un precio (Sergio Leone, 1965) entre tantos otros, se filmaron aquí. Los más prestigiosos cineastas, productores y actores internacionales campaban a sus anchas por las calles de nuestros pueblos y ciudades convirtiendo España en el inigualable set de rodaje que fue y sigue siendo actualmente.



A lo largo de más de trescientas páginas, Palau nos invita a recorrer las diversas comunidades autónomas de nuestro país para conocer con precisión los escenarios reales tanto de clásicos del cine como de producciones contemporáneas, todo ello aderezado con alguna desconocida anécdota. Para ayudar a situarnos con exactitud en este interesante periplo, se incluyen numerosos fotogramas de aquellos largometrajes así como fotografías de dichos lugares en la actualidad o reproducciones en color de míticos carteles promocionales cinematográficos.

Así descubrimos que la película Espartaco (Stanley Kubrick, 1960) se rodó en Colmenar Viejo y otros pueblos limítrofes, que Lawrence de Arabia (David Lean, 1962) se realizó en el almeriense desierto de Tabernas o que las secuencias de la estación en Indiana Jones y la última cruzada (Steven Spielberg, 1989) se hicieron en la localidad granadina de Guadix. También se reflejan en este volumen, localizaciones de cine español como Cuenca y su Museo de Arte Abstracto donde se rodó parte de Peppermint Frappé (Carlos Saura, 1967) o la playa de Torimbia en Asturias, escenario natural inmortalizado en la laureada película El abuelo (José Luis Garci, 1998). Recomendado para todos los amantes del séptimo arte y especialmente para los más curiosos espectadores, Un país de película es un libro imprescindible para conocer a fondo la relevancia universal de nuestro país a la hora de valorar sus asombrosos emplazamientos y además repasar la historia del cine de las últimas siete décadas.

Artículo Anterior Artículo Siguiente